Los padres son los principales formadores de la personalidad y felicidad de sus hijos, son ellos quienes tienen la responsabilidad de entregar las herramientas y desarrollar las habilidades necesarias para que los niños puedan enfrentar de manera exitosa la vida.
Para lograrlo, es necesario tener en cuenta algunas
pautas que pueden facilitarnos la tarea.
Mostrarse optimista frente a los hijos tanto en la forma de enfrentar la vida como en la manera de relacionarse con ellos, así ven que frente a las dificultades no se rinden, que cuando algo no resulta se
buscan soluciones alternativas, confiando en que la próxima vez saldrá mejor.
Enseñar a apreciar las pequeñas cosas de la vida , maravillarse con cosas sencillas, como el mar, una montaña, una puesta de sol.
Esto les ayudará cuando sean adultos a analizar su vida y sus relaciones, apreciar lo positivo y trabajar para vencer lo negativo.
Recordar siempre que una relación estrecha, comprometida y profunda entre padres e hijos es un capital muy valioso para su crecimiento.
Una tarea diaria.
Para que un niño sea capaz de saber que es lo que le pasa y comunicar como se siente, es necesario ayudarlo a conocerse.
Para ello se puede utilizar el juego en el que todos puedan expresar sus sentimientos, y emociones.
Lo ideal es que ambos padres participen, así el niño tendrá la sensación de coherencia en su mundo emocional.
Compartir con ellos diferentes actividades favorece el desarrollo de emociones positivas, la comunicación familiar.
Se debe aceptar cualquier emoción del niño, incuso las negativas, lo que no se puede tolerar es que las expresen de forma violenta para sí mismos o para los demás.
Para que un niño experimente control es necesario que fracase o pierda en algún juego alguna vez,así aprenderá a vencer la adversidad, a volver a intentarlo , y en definitiva a ganar y a perder.
Es muy importante que los padres tengan expectativas realistas y acordes a las potencialidades de sus hijos para no exigirles más de la cuenta.
Además hay que enseñarles a creer en ellos mismos, a enfrentarse a los desafíos y a resolver problemas.
Lo que los padres No deben hacer
Ignorar las emociones de los hijos.
Sobre
Ser agresivos, ya que la violencia tanto física como verbal tienen un impacto muy negativo en el desarrollo de los niños.
Ser pesimistas, los padres pesimistas "programan"a sus hijos para rendirse frente al fracaso.
Ser exageradamente tolerantes porque si les permiten todo, perderán la ocasión de enseñarles estrategias para manejarse adecuadamente con sus emociones.
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