Por otra parte, en los primeros años de vida ha experimentado una serie de cambios -espectaculares, por cierto- a nivel físico y psicológico. Se va haciendo cada vez más autónomo.
He aquí los dos ingredientes básicos de las rabietas: el ejercicio de una incipiente independencia y el llanto como medio de
expresión y y de reclamo para conseguir algo. Una rabieta es una forma infantil de expresar enfado y frustración, y denota la falta de control emocional, propia de esta etapa del desarrollo. Frente a esta situación el adulto puede experimentar, a su vez, diversos sentimientos: desamparo, sensación de fracaso, furia y vergüenza, si es en un sitio público. Es necesaria mucha confianza en sí mismo para afrontar una rabieta. Lo fundamental es mantener la calma, ya que el niño no la tiene, y mantenerse firme en la decisión asumida.
La mayoría de las veces las rabietas surgen ante la negativa que se opone al deseo del niño. A medida que crece, aprende que una buena forma de conseguir algo es pedirlo, pero le llevará tiempo aceptar que la respuesta pueda ser un No. Cuando aún no entiende porqué se le niega algo, se enfada y lo exterioriza con una rabieta, al no haber aprendido cómo controlar sus emociones. Y si siente que su enfado le enfada a usted, se enfadará más.
Una vez que se ha calmado, hay que darle la posibilidad de poner en palabras lo que ha sentido. Así le haremos saber que aceptamos sus emociones "negativas" y que él también debe aceptarlas, primer paso necesario para controlarlas. Por ejemplo: "Estabas muy enfadado, gritabas y llorabas porque... y yo lo entiendo, porque eso da mucha rabia, pero ahora estás más tranquilo y podemos hablar de lo que pasó."
Si el adulto cae en el hábito de cambiar decisiones en función del enfado del niño, o si nota que cede por temor a las rabietas, es conveniente comenzar a decir No con mayor frecuencia, y de forma más firme, intensificando además las ocasiones de poner palabras a las emociones.
Se pasará un tiempo crítico, pero el niño acabará buscando otras técnicas de negociación para conseguir lo que desea.
Ali muy certero tu artículo ,todos en algún momento hemos presenciado una rabieta de un niño en algún supermercado y la mayoría de los padres no saben que hacer en esa situación.
ResponderEliminarEn general se ponen muy nerviosos y se enfadan y al final todos gritan y la situación se resuelve mal.