¿Cómo se lo digo?


Yo Mensaje.

Es conveniente enunciar nuestros mensajes en primera persona -YO-,  ya que de esta manera generamos en el otro una actitud más dispuesta.

Si por el contrario comenzamos con la segunda persona -TU-, es probable que vaya acompañado de
una orden (“Tráeme ese libro”),una crítica (“Lo estás haciendo mal”), una descalificación (“Eres un desastre”), etc,  que sólo generarán en el otro una actitud defensiva y de malestar.


Modificación de conductas o
situaciones que no nos gustan.

Cuando lo que queremos es conseguir que alguien modifique una conducta o situación que nos resulta desagradable, lo más efectivo es recurrir al siguiente esquema:

H:   Exponer los hechos origen de la tensión. (Lo más concretamente posible).
S:   Sentimientos que se experimentan. (En primera persona).
CE:   Conducta esperada. (Lo más concreta posible).
C+:   Consecuencias. (Mejor en positivo).

Ejemplo: Nuestro hijo de 10 años no ha vuelto a casa a la hora convenida. Cuando llega, en el mejor de los casos, le preguntamos qué le ha pasado, pero por lo general no esperamos explicaciones y damos rienda suelta a nuestro malestar (mezcla de rabia, enfado, temor, incertidumbre…) en forma de gritos, amenazas y castigos.

Aplicando el esquema anterior, sería algo así: cuando llega, le preguntamos qué le ha retrasado, y luego de asegurarnos que está bien,  que no ha pasado nada malo, tratamos de calmarnos, y si es preciso, postergamos el hablar con él hasta haber conseguido tranquilizarnos completamente.  Llegados a este punto le diríamos:

“Has llegado a casa después de la hora establecida. (Hechos concretos)
Yo me sentía fatal, porque no sabía si te había pasado algo malo, estaba nerviosa y preocupada. (Sentimientos)
Me gustaría que la próxima vez regreses a la hora convenida. (Conducta esperada)
De esa manera, yo estaré tranquila, y tú podrás disfrutar más sin preocuparte de mí. (Consecuencia positiva)

Las consecuencias también pueden ser negativas, en forma de castigo, pero las positivas son más constructivas, pues nos involucran directamente y nos responsabilizan de nuestras acciones.

Mantener una posición o decisión.

Cuando lo que queremos es mantener una decisión que hemos tomado, lo más efectivo es aplicar la técnica del “disco rayado”.
Consiste en escoger una frase corta, que resuma claramente nuestra posición, y repetirla incansablemente, cuantas veces sea necesario.
Con esto se evita entrar en discusiones que nos pueden hacer perder de vista el objetivo y hasta, a veces,  ceder y cambiar de opinión.

Ejemplo: Nuestro hijo de 10 años nos dice que sus amigos y él han planeado hacer una fiesta en casa de uno de ellos. Por alguna razón decidimos no permitirle ir a la fiesta.

“-Mamá, mañana es la fiesta en casa de Pepito. ¿puedo ir?”
-Respuesta: “No, creo que no es una buena idea”
“-Pero mamá, van a ir todos mis amigos!!!!”
“-Creo que no es una buena idea”
“-Joooo, lo tenemos todo pensado!!!”
“-Creo que no es una buena idea”
“-Nunca me dejas hacer nada!!!  Las madres de mis amigos sí que les dejan!!!!”
“-Simplemente creo que no es una buena idea”

Y así hasta que vea que no vamos a cambiar de opinión, por mucho que insista.

La clave está en repetir la frase en un tono de voz relajado y no perder ese tono en ningún momento.
Sin darnos cuenta, le estaremos enseñando herramientas para que él también pueda enfrentar situaciones parecidas en las que tenga que defender su posición o decir No.



Temas relacionados

Comunicación positiva
Comunicación errónea en la pareja
Estilos educativos






No hay comentarios:

Publicar un comentario